¡Hola! Soy Anikuni

Todo lo que aqui narro es producto de mi imaginación algo turbada, ya que mi modo de ver la vida es a causa de mis cuatro neuronas: Nací con 2 muertas, la 3ª es la que rige mi vida por completo y la que me permite soñar con un solo objtivo ser la última fan de Johnny Depp ( así sé el lugar que ocupo en la fila) y la 4ª por ir al lado de la 3ª esta contaminada por su genialidad pero aun guarda un gramo de sensatez que me permite seguir viviendo.

Creo que por eso me eche al mar de la osadia o de lo absurdo porque lo que escribo es una recopilación de mis aventuras o más bien de mis travesuras por conseguir mi ansiado autógrafo.

Así pues, dejo testimonio de lo que aquí cuento es tan solo casual.

Para quien le pueda interesar: Así empieza PERIPECIAS DE UNA FAN

domingo, 21 de febrero de 2010

PARA TODA UNA ETERNIDAD


Don diablo se escapó para meterme a mí y a otro dentro de su gruta. Así de negro tiñó mi existencia por dejar de ser una dulce princesa. Durante los años que viví, perseguí a cierta persona, llamado por mí JD. Morí pensando en su autógrafo y en su sonrisa¡ Ay, de mí !
Pedro Botero me soltó dejándome en frente de su olla, donde las distintas almas se cocían y otras esperaban su turno. Como yo, tuve que esperar el mío. Sin sosiego empecé a mirar para ambos lados porque días antes de mi fallecimiento, me había enterado que dicho tunante se había convertido en difunto. Con esperanza lo buscaba como una condenada a encontrar su mirada. Cuando de repente me lo vi solito, sin rumbo, perdido dentro del lodo, imaginé que el lodo se había producido por sus lágrimas. Sentí piedad. Así que me acerqué por detrás, susurrándole al oído:
- ¿Tú eres al quien llamaban Johnny Depp?- Él me miró, contestándome:
- Sí, soy yo- Entonces le volví a susurrar:
- No te muevas, yo te ayudaré a escapar. Date cuenta que todos estos malditos esperar una eternidad de lujuria, y tienen muchas ganas de pasarlo bien- ya que en el infierno se estaba calentito y estábamos todos muy apañaditos, a lo que le añadí- déjalos pasar. Nosotros dos bien juntitos y nos vamos para el final- señalándole el último lugar de una cola.
Me dio la mano, y así me lo llevé hacia el final de una de las múltiples filas que el infierno poseía. Él después que yo, por lo santo que es mi niño.
En la fila, Johnny me preguntó por su esposa, y con rabia le contesté:
- ¡Tú mujer, maldita sea!, ha subido con un grupo de querubines hacia el cielo celeste, allí su alma rebosa de esa esperanza que le remite a tocar el arpa. ¡Y déjame en paz!- JD, mucho más tranquilo, se calló al sentir que su mujercita estaba en manos de Dios.
Así pasó el tiempo, pues nosotros los muertos no tenemos noción ni condición, al ser dos almas bien escarmentadas, dejábamos pasar por delante a toda alma reciente que aparecía en la gruta de Pedro Botero. Yo, cuanto más lo miraba, más suspiraba mi corazón “¡Ay mi ladrón...!”
El diablo, que es mucho diablo, ya que sabe más por viejo que por ser travieso, nos pilló de marrón:
- ¡Vosotros dos! que siempre vais juntos os condeno a una continua persecución. ¡Tú!- señalándome a mí con esas manos largas con uñas negras, y sin cortar- proclamarás a los cuatro vientos tu amor hacia él, y cuando te canses te perseguirá él-.
Yo por ser, también, traviesa me sentí contenta, ya que era lo que yo más ansiaba, así que Lucifer al verme emocionada ratificó:
- Pero no creas que no sé lo que tu maldita vida ansia: Él te rehusará.- entonces me lamenté “¡OH vaya!”, pero sabía que no había tiempo para lamentaciones, y tuve que hacerle la gran pregunta:
- Señor diablo, dígame ¿no podré tener nunca su autógrafo y su sonrisa?, ya que siempre han sido una de mis malditas manías- Satán se quedo pensando, y con su dedo alargado en la comisura del labio inferior me respondió:
- Tu deseado autógrafo y su alegría vas a tener, ya que en vida tu comportamiento con tus amigos fue terrible, y como has hecho mal dándoles la murga con esta extravagancia tuya- imitándome mi voz “ Johnny Depp es el mejor, Johnny Depp es lo más, pues lo vas a tener y en paz- Con estas palabras desapareció, porque él era el jefe, y tenía mucho que hacer.
Así Johnny y yo nos empezamos amar a distancia. Yo le perseguía poniendo millones de carteles con faltas de ortografía, porque eso de corregirme no me había servido para mucho en vida con tanta prudencia, así que fijaba junto a su careto la inscripción que decía: “Johnny Depp heres mi hamor”.
Como si JD fuera el candidato de algún partido político para ocupar por siempre el trono de mi yo.
Él miraba cómo los ponía en paredes, me miraba cómo regalaba pins con su nombre, o etiquetas que decían también con faltas: “Biba Johnny Depp por siempre”.
Y él que me daba calabazas, como Satán me prometió. Yo que me hundía, ya que perdía toda confianza, que algún día él me iluminará. Entonces cuando me sentía triste, era cuando él me decía rodeándome:
- Añoro tu alegría- Entonces yo volvía a renacer y era cuando me inspiraba otra más de la mías, para ver si algún día se cumplía la profecía.
Un día tuve una revelación, vistiéndome de yaya. Con mucha perspectiva recogía firmas para reclamar que a este cuerpo le pasaran el escobillón por los bajos ya que tenían múltiples telas arañas.
Como allí la gente está de puro cachondeo, y desenfreno no me dijeron que no, y por mi lado se amontonaban para darme su apoyo. Entonces por el jaleo, Johnny se paró para ver el revuelo de la gente a mi alrededor, perdón alrededor de una vieja pelleja. Yo, les iba diciendo, uno a uno y por turnos:
-¡OH gracias!, ¡qué tu existencia no te falte drogas, ni rock & roll! - ya que no era de recibo decirles:¡Qué Dios te bendiga por tu gran generosidad! Hubiera estado mal, ya que tengo que recordar que estaba yo en el infierno.
Como buena pilla, tengo que confesar que cuando las almas me firmaban yo por detrás rompía el papelito en cuestión, tirándolo a la hoguera de Pedro Botero, para avivar más el fuego. Mientras lo hacia canturreaba nananana… para dar un poco de disimulo. Hasta que Johnny se me puso enfrente, riéndose por el gran cartelón que en el chirigüito tenía:
-Señora deje que le firme- yo me lo miré con una gana… y estuve a punto de saltarle al cuello, pero tan solo le contesté con esa calma aparente que se apodero de mí:
-Si joven tenga.- y cuando le vi con el bolígrafo en mano, lo detuve- ¡Espere aquí usted no!- fue entonces, cuando le saqué una foto suya vestido de pirata, que es otra de mis manías, y le señalé- perdone joven ¿usted es el capullo que me robó el alma? Y murmurado para mi dije, casi en voz alta,” no sé qué hago yo aquí en el infierno, pero bueno...” Ande déjelo estar, y firme sobre su personaje. Yo me lo miré orgullosa mientras él firmaba, cuando tuve mí ansiado autógrafo lo rodeé con mis brazos por su cuello, propinándole un besazo sonoro en esa boca tan carnosa que mi actor posee, diciéndole:
-¡Por siempre Johnny Depp!- Él se me quedo desconcertado por el gran beso sorpresa, pero más sorpresa me la dió él, cuando cogiéndome de la solapa de mi chaleco me estiró contra él diciéndome:
- ¡Ven hermosa mía!, dame otro y este con lengua- Así pasó. Colorin colorado este cuento absurdo acabado.
Fin
Anikuni.

No hay comentarios:

Publicar un comentario